Eso contestaba Andoni, en la entrevista que la Revista Hornacina, le hizo el año 2013 con motivo de la celebración del 400 aniversario de la fundación de la Cofradía de la Virgen Blanca.
Le tocaron tiempos duros, en su juventud, que frecuentemente nos comentaba y tiempos de pandemia al final de su vida. Una vida llena de vitalismo y de fe. Nacido en una familia numerosa, creyente, siempre le guió el lema de servir a los demás, en lugar de servirse de ellos, como Jesús nos enseñó.
Nacido en la Calle San Francisco en 1926, y bautizado en la Parroquia de San Vicente, a los dos años se trasladó su familia a la calle de San Prudencio, con lo cual se acercó por pertenencia a la Parroquia de San Miguel, hoy también Santuario de la Virgen Blanca. Allí hizo su Primera Comunión, su Confirmación, su Matrimonio, todo ello junto a nuestra Patrona la Virgen Blanca. Se casó precisamente el año de la Coronación de la Virgen Blanca en su Capilla en 1954.
Participó muy activamente en la Juventud de Acción Católica, donde salieron verdaderas vocaciones tardías, de servicio a los más necesitados, como el anterior Obispo D. José María Larrauri , el recordado y querido sacerdote D. Pedro Ortiz de Zúñiga, y tantos mas con los que hacían visitas a los enfermos, fundaron la asociación Amigos de Leza, etc. .
Como Abad, le tocó en unos años llenos de dinamismo y necesidad. Son años de restauración completa del Rosario de los Faroles de la Virgen Blanca, donde nos decía, “me hizo padecer algunos desencuentros con quienes se encargaron de su restauración, lo que nos llevó a finiquitar dicha labor”. Fue el primer Abad en la historia continua y documentada de la Cofradía de la Virgen Blanca, en ceder la Abadía, a una mujer, Cristina Fructuoso, y lo hizo con la mayor alegría y naturalidad del mundo.
Cuando hablaba de su devoción a la Patrona, decía que todas las advocaciones adornan a Nuestra Señora, que es la intercesora ante su Hijo Jesús, para aliviar nuestros tropiezos y caídas.
Cuantas veces en la sacristía de San Miguel, donde hasta hace poco, iba todos los días a colaborar en la celebración de la Palabra de Dios, salían sus recuerdos de aficionado a nuestro Deportivo Alavés, las peripecias del viaje a Dormunt en la final de la UEFA, su detención en la casa de la Catedral Nueva, pero lo que últimamente decía, es estar contento con nuestro actual Papa Francisco, que nos ha marcado el camino, para recuperar la esencia de nuestra fe.
Además nos dejó el amigo Andoni, un mandato :”especialmente en estos momentos tan graves que están golpeando y sufriendo tantos hermanos, ahí está la Cofradía de la Virgen Blanca, como un verdadero campo de actuación. El reto que se nos presenta, pongámoslo a los pies de María , nuestra Virgen Blanca, para que interceda por nosotros, ante Dios Padre, dada nuestra pequeñez para intentarlo solos.”.
Descansa en Paz, siempre estarás en nuestro ánimo y en nuestros recuerdos.
Eskerrik asko, por tu vida y por lo que hiciste en ella. Servir a los demás.
COFRADIA DE LA VIRGEN BLANCA.