Fig.1 - La actual capilla de la Virgen Blanca

La capilla que actualmente ocupa la imagen de la Virgen Blanca, situada en la nave izquierda y frente a la entrada principal del templo de San Miguel, fue fundada en 1556 por Pedro González de Zárate, a su vuelta de la Ciudad de Cuzco, Lima, donde ocupaba el cargo de Maestreescuela.

Cuando en 1854 se le propuso a la Cofradía permutar la capilla que entonces ocupaban por la actual, ésta se hallaba bajo la advocación de la Virgen de los Dolores, por ser de la citada devoción uno de los tres o cuatro altares que en la misma estaban instalados. Entre los años 1853 y 1854 la capilla fue restaurada eliminando los altares existentes y ocupando el espacio uno sólo. Su pared norte se derribó y fue sustituida por la actual de forma semicircular. Al mismo tiempo fue reconstruida la bóveda estrellada de nervadura curva. Dirigió las obras el arquitecto José Antonio de Garaizábal quien, seis años antes, se había encargado también de todas las obras de la anterior capilla bajo la advocación de la Virgen Blanca.

Han sido muchas las obras y reformas que ha sufrido la capilla.  Se halla en nivel más alto respecto del suelo de la Iglesia por lo que para acceder a la misma se debe salvar un tramo de tres escaleras. En la entrada existe una hermosa verja de hierro, diseñada por el arquitecto Julián Apraiz, construida en 1924 por la empresa de Francisco Torras Codina, de Madrid. Sobre el dintel de entrada la inscripción "Sancta María ad Nives intercede pro nobis" y sobre él escudo de Vitoria, rematado por una cruz.

De la misma fecha es el retablo actual que se hizo en los talleres vitorianos de la Casa Apellániz y Cía., también según diseño de Apraiz. Consta de bancal y tres cuerpos. En la hornacina central se sitúa la imagen de la Virgen Blanca realizada en 1854 por Alejandro e Inocencio Valdivielso. La empresa Marín y Goicolea intervino en su restauración en 1954.

Según narran los cronistas, la madera utilizada para la imagen fue de chopo "criado en el camino Real de Castilla, frente al Prado, al que se le hallaron en su interior tres balas de fusil". Se utilizaron maderas diferentes: la cara, es "de madera de peral” y los querubines de "madera de ciruelo".  La Virgen fue pintada por Manuel Vasco, pero sabemos que en 1924 fue Adrián Aldecoa el que concluyó la pintura de la parte posterior, ya que se hallaba sin pintar. Fue ésta la imagen que se coronó en 1954.

En las paredes, alrededor del ábside, observamos un friso alto de madera de castaño con banco corrido, trabajo que realizó también la Casa Apellániz al mismo tiempo que hizo el retablo.

Fig.2 - Remate de la verja de hierro

Fig. 3  - Virgen Blanca esculpida por los Valdivielso en 1854

Con motivo de la Coronación en 1954, la capilla fue reformada en aspectos decorativos: pintura de paredes y bóvedas en las que intervinieron empresas importantes como Aldecoa, casa fundada en 1885. Así mismo parte del pavimento, se colocó hormigón y parquet nuevo por la empresa Marín Goicolea. Las obras fueron dirigidas por Miguel Apraiz Barreiro.

Llama la atención en la capilla la sillería que existe a ambos lados. Se hizo en 1957 por la empresa Marín y Goicolea, sucesora de Apellániz y Cía. Consta esta sillería de seis asientos y reclinatorio en cada lado, ejecutada en madera de roble, dispuesta para ser ocupada por los miembros de la Junta Permanente de la Cofradía en los actos litúrgicos. Digno de admirar el adorno de los faldones de los reclinatorios donde podemos observar tallas que representan los símbolos de la Letanía lauretana.

Desde el punto de vista pictórico decorativo cabe destacar las pinturas que decoran los lunetos de la bóveda. Fueron realizadas en 1893 con ocasión de unas obras en el tejado. La Junta de la Cofradía decidió decorar estos lunetos con pinturas que representaran el origen de la devoción de Nuestra Señora de las Nieves o Virgen Blanca, que según tradición se remonta al s. IV en tiempos del Papa Liberio (17 mayo del año 352 a 24 septiembre 366) siendo emperador Constantino.

Fig. 4 y 5 Sillería y detalle del faldón. Construida en 1957

Se trataba de decorar la bóveda con imágenes de aquel hecho milagroso ocurrido un 5 de agosto, en pleno verano, cuando apareció nevado el Monte Esquilino, cercano a Roma, como señal a un matrimonio romano, devoto de la Virgen, para que en aquel lugar levantaran un templo en honor de la Madre de Dios.  En ese lugar se erigió una basílica bajo la advocación de Santa María de las Nieves o Virgen Blanca y sobre sus cimientos se levantó más tarde la actual Basílica de Santa María la Mayor de Roma.

Fig. 6 - Lunetos de la bóveda, representando el Milagro del Monte Esquilino

Fig. 7 - Lunetos de la bóveda, representando el Milagro del Monte Esquilino

Fig. 8 y 9 - Lunetos de la bóveda, representando el Milagro del Monte Esquilino

El pintor Pedro Robles, profesor de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios, fue el encargado de realizar los bocetos que representaran esta antigua tradición, y se sirvió, como modelo, de las pinturas que entre 1662 y 1665 Bartolomé Murillo realizó para decorar, el mismo hecho milagroso, en lo alto de la nave de Santa María La Blanca de Sevilla.

Los bocetos de Robles, fueron pintados en la bóveda por Juan Daniel Alba que, como puede observarse, ejecutó en los laterales las dos escenas principales "El sueño del patricio romano Juan", y "La visita del matrimonio al Papa Liberio", y completó éstas con la elaboración de dos dibujos representando la nieve que formó el plano de la planta de la Iglesia o basílica a construir y  el plano alzado de la misma y sobre ella la imagen de la Virgen.

Estas escenas, de tamaño más reducido, se colocaron a ambos lados de un vitral que también se hizo en la misma fecha, cuya iconografía era una imagen de Santa Estéfana ó Estefanía, obra de la casa francesa "Dagrant". En 1954 este vitral fue sustituido por otro con el escudo de Vitoria, conservándose la orla del vitral antiguo.

Durante las fiestas, se adorna de forma especial la Capilla. En primer lugar se colocan a la Virgen y el Niño las coronas que se hicieron para la Coronación de la Virgen en 1954, que fueron realizadas gracias a la donación de numerosas joyas de familias vitorianas. Además se coloca un rico frontal bordado en la Mesa del Altar, que fue realizado en 1941 por las religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo de la Caridad de Pamplona. El diseño fue encargado al pintor Laureano de Aldecoa. En el centro mismo del faldón observamos la imagen de la Virgen Blanca de la hornacina, sobre fondo de color azul en forma de cruz. A la izquierda el escudo de la ciudad de Vitoria y a la derecha el anagrama del Ave María y separando las escenas jarrones de metal con flores.

En los años 1987 y 1988 se produjeron nuevas obras de mantenimiento de este espacio. En esta ocasión se restauró y se barnizó de nuevo el retablo y todas las pinturas de los lunetos, colocándose el empapelado de las paredes. La obra fue encargada al industrial de Vitoria, Jesús Crespo.

Fig. 10.- Detalle de la bóveda. Lunetos y vidriera con escudo de Vitoria

Fig. 11 - Coronas de la Virgen realizadas en 1954

Otros elementos decorativos que merecen especial atención son dos de candelabros de 1882 realizados en la fábrica de metales de Leoncio Meneses e hijo, de Barcelona, y un par de jarrones de cerámica china que fueron donados por el pintor Fernando de Amárica en el año 1958.

 

Imágenes:

Fig. 1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10 y 11. Eduardo de Nó
Fig. 4 y 5. Camino Urdiain

Fig. 12 - Jarrón de cerámica china donado por Fernando de Amárica.

SUBIR