Son muchos los frentes abiertos que la Cofradía de la Virgen Blanca tiene en orden a la conservación y restauración del patrimonio mueble e inmueble que debe gestionar para su correcta transmisión a las generaciones venideras.
A penas hace unos meses ya anunciábamos en nuestro boletín, el grave problema detectado en el tejado del Museo, para el que estamos solicitando presupuestos y analizando formas de hacer frente a los gastos. Hace unos días, en este mismo medio, la web de la Cofradía, comunicábamos la restauración de urgencia de la Virgen Peregrina. Por otra parte, sin ser objeto de comunicación expresa, quien conoce bien esta Institución con una sencilla y continuada visita al Museo, verá a los cofrades voluntarios que día a día, y en razón a su experiencia laboral, una vez jubilados, dedican diariamente horas a la conservación de la colección de faroles y múltiples trabajos de mantenimiento del Museo. Así es la vida cotidiana de la Cofradía en relación a la conservación del patrimonio.
En esta ocasión y tal vez por la sorpresa que ha supuesto ver una grúa ante la hornacina de San Miguel, los medios de comunicación se han hecho eco de una intervención restauradora .
Efectivamente a pesar de que la réplica de la imagen fue colocada tan solo hace 11 años y del cristal que la protege, se observaron algunos desperfectos que se consideraba debían ser informados por expertos restauradores. La empresa PETRA S. Coop. presentó un informe y el resultado fue el siguiente: la imagen se hallaba con abundante polvo superficial por todas sus partes, se observaron depósitos compactos de polvo debido a la combinación de las acumulaciones de polvo con la humedad.
Esta situación había propiciado que hubiera zonas de polvo compactadas y no se pudieran eliminar con un suave cepillado. Otro de los aspectos del deterioro detectado fue la aparición de manchas de humedad en zonas determinadas de la imagen ya que el agua estaba goteando sobre la imagen desde la parte alta de la hornacina. Por último se observaron levantamientos en la policromía en las zonas más cercanas al cristal blindado, ya que éste hace de efecto lupa lo que propicia altas temperaturas incidiendo en la policromía.
Por todo ello, la Cofradía ha intervenido y la actuación ha sido doble, por una parte se ha actuado en problemas hallados en la propia hornacina, se ha colocado una lámina protectora de los rayos ultravioletas en el cristal y posteriormente las restauradoras de la empresa PETRA, han restaurado los daños que concretamente se han detectado en la imagen.Sin embargo una vez más, de nuevo nos hacemos eco de un problema ya detectado hace años, cuando se producía el traslado de la imagen original al taller de restauración de la Diputación Foral de Álava. En esas fechas, se observó el mal estado de la figura de San Miguel que existe en la parte alta de la hornacina. Se trata de una imagen de pequeño tamaño, que según datos que obran en documentos del archivo de la Cofradía, fue colocada en el año 1761, cuando se hizo la actual hornacina y que fue colocada, en un principio, en el exterior del ábside de San Miguel y posteriomente trasladada a su lugar actual en 1788. De hecho nos consta que esta pequeña escultura de san Miguel, fue realizada por “Joachin Herrera“, que cobró 73 reales, por componer “el bulto de San Miguel que está en el remate del Trono y su color blanco que le dio”.
De nuevo se abre un nuevo reto, su restauración, habida cuenta que de no intervenir, su desmoronamiento es inminente. Como podemos corroborar, así día a día nos empeñamos que transmitir este patrimonio en las mejores condiciones posible porque entendermos que se ha convertido tras siglos de existencia en un patrimonio del pueblo de Vitoria-Gasteiz
ANIMATE, HAZTE COFRADE Y TRABAJA CON NOSOTROS PARA LOGRARLO.
https://www.cofradiavirgenblanca.com/alta-de-cofrades/
—————————————————-
© Textos: Camino Urdiain. PETRA S. Coop.
© Imágenes: Eduardo de No, Cofradía de la Virgen Blanca, PETRA S. Coop