FECHAS: 7 de marzo a 6 de mayo de 2017
LUGAR: MUSEO DE LOS FAROLES (Sala Multiusos)
Vitoriano, nacido en 1946, cuya vocación por el dibujo afloró bien tempranamente. Ya durante sus estudios era elegido por compañeros y educadores para plasmar, los carteles, programas y demás elementos gráficos que anunciaban y hacían posible numerosos actos de carácter cultural y educativo del centro.
Su virtuosismo y formación se complementarán en la Escuela de Artes y Oficios donde de la mano de Rafael Lafuente va afianzando las técnicas del dibujo, la percepción de la realidad que pretende transpolar al lienzo, etc. Su maestro, según dicen sus biógrafos, ya a la temprana edad de 10 años, pintó su primer cuadro, un retrato, por lo que no es de extrañar que transmitiera a Javier todo su saber sobre esta especialidad, en la que ha destacado de forma especial a lo largo de su carrera artística.
En 1969, inició su trayectoria profesional en una gran empresa “Heraclio Fournier”, asentada en Vitoria desde el año 1870, momento en el que se abrió un pequeño taller de naipes. En las fechas de su ingreso en la empresa, ésta se había convertido en líder absoluto del mercado nacional. Por tanto en la sección de dibujo podrá poner de manifiesto sus dotes artísticas, al tiempo que se siente orgulloso de compartir su tiempo laboral y experiencias con prestigiosos artistas como Jesús Gargallo, Armando Llanos, Maribel Ibáñez de Sendadiano, Claudio Aberasturi, José Antonio Arenaza, Félix LLamosa…haciendo fluir nuevas ideas que se plasmarán en los diferentes productos que comercializa la empresa: naipes, carteles, edición de libros, revistas, interviniendo en la parte gráfica.
Siempre compaginando su vida la laboral con la artística, en ese mismo año 1969 presentó su primera exposición individual, ya que en los años precedentes había intervenido en otras colectivas . En esta ocasión será el paisaje uno de los elementos esenciales de la muestra.
Retratista
Foto: Quintas Fotógrafos
Según indica el propio pintor, el frecuente contacto con los pintores Ricardo Macarrón y Félix Revello, que detectaron su capacidad para el dibujo y forma de entender y percibir la figura humana, hizo que éstos le animaran a dedicarse con intensidad a esta disciplina. A partir de esa fecha conseguirá numerosos encargos provenientes de instituciones públicas y privadas. Muestra de ello es la galería de retratos de los Diputados Generales de la Diputación Foral de Álava, que en 1979 se irá nutriendo con las obras de Javier, iniciando la serie de retratos de los Diputados Generales elegidos para el cargo en la época democrática, siendo el primer retratado, Emilio Guevara Saleta en 1979. Lo mismo ocurre con las Junta Generales de Álava, que, reinstauradas democráticamente, iniciaron una galería de retratos con los representantes de esta Institución, encargándole también la obra a Javier. Como retratista y su gran capacidad para reflejar caracteres tendrá su culmen años mas tarde en 1989 cuando en la Sala Luis de Ajuria presentó treinta retratos de personajes conocidos no sólo en el mundo de la política sino en el ámbito de la cultura y sociedad alavesa.
La exposición que inauguramos ” AMOR Y CULTO A VITORIA-GASTEIZ”.
En esta ocasión, la Sala Multiusos de la Cofradía de la Virgen Blanca cubre sus paredes con algunas de las imágenes que forma parte de su último libro editado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz , bajo el título “Vitoria-Gasteiz, en acuarela y verso” en el que también han intervenido los poetas Tito Murua, José Ignacio Besga, Karmele López de Uralde, Aurora Nieva y Elisa Rueda, y textos de Paco Góngora, todos ellos poniendo palabra e información a la obra de Javier Ortiz de Guinea.
En ella podemos admirar imágenes que recorren la historia de esta ciudad desde sus más lejanos tiempos, sus edificios emblemáticos, espacios simbólicos etc. El libro y sus producciones en acuarela son fruto de muchísimas horas recorriendo el viejo y nuevo Vitoria-Gasteiz. La fidelidad al objeto retratado es evidente, es reconocible y sobre todo se ha convertido en algo bello. Es más que probable que tras la visita a esta exposición comprobemos y no demos crédito por qué tantas veces pasando por esas calles a la vera de esos edificios y no hemos sido capaces de captar su potencial a y su belleza. A buen seguro que es debido a que la amalgama de colores de la paleta de acuarelas del pintor y su certero uso los han hecho especialmente visibles y estéticos. Así mismo el autor ha decidido colgar también algún óleo y retratos de personajes de Vitoria.
En una entrevista que el diario El Correo le hacía con motivo de la edición de este libro, Javier Ortiz de Guinea, le decía al periodista que le gustaba que se le definiera como “cronista artístico de una época” y apostillaba “más vitoriano que la Virgen Blanca”, y precisamente por el respeto y devoción que tiene a la Patrona, la Cofradía de la Virgen Blanca se ha visto agraciada con la posibilidad de vestir los muros del Museo de los Faroles en su Sala Multiusos de una bella exposición muy, muy vitoriana.