A las 11 h. niños y niñas de todas las edades, primorosamente vestidos con sus trajes regionales y sus ramos de flores se han acercado a la capilla de la Virgen Blanca. Así ha comenzado como hace tantos años el día grande de los peques.
Les esperaban en la capilla, Celedón y Neska txikis, Unax Montejo e Hiart Nevado y con ellos D. Juan Carlos Aguillo, párroco de la iglesia San Miguel, que ha dirigido la ceremonia para honrar a la Virgen Blanca, Patrona de Vitoria-Gasteiz. Ha discurrido el encuentro de forma eminentemente musical. Las palabras del sacerdote han sido dirigidas a los niños y niñas de forma sencilla haciéndoles comprender el significado de la fiesta, dedicando breves y sencillas canciones en honor de la Virgen que preside la capilla y animándoles al respeto a las personas, deseos de paz y especial cuidado de la naturaleza.
Concluidas estas palabras, todos los peques, han subido a la capilla y allí han depositado sus ramos de flores. A continuación miembros de la Cofradía de la Virgen Blanca han entregado a cada niño, un detalle, una flauta y de forma totalmente imprevista todos han comenzado tocarla como si de una pequeña orquesta se tratara guiados por los sones del órgano, interpretado por Loli Zárate. Un momento entrañable por lo inesperado.
Tal y como estaba programado desde siempre y este año hablado con Protocolo y Cultura del Ayuntamient0, tras este breve acto en la capilla, a las 11:25 h todos los niños y niñas asistentes encabezados por Celedón y Neska Txiki, han dirigido sus pasos a la balconada para colocarse delante de la hornacina, presenciar el aurreku de honor y hacer entrega del ramo de flores a la Virgen. Y ha sido en este momento cuando se ha producido un hecho inexplicable y negativo de este día.
Cuando las familias con sus niños (alrededor de 40) desde el interior del templo se dirigían a las puertas de salida de la iglesia para acompañar al Celedón y Neska txiki y hacerse la foto de rigor ante la hornacina se han encontrado con la barrera de cuatro guardias municipales, dos en cada puerta de salida del templo, negándoles el acceso a la hornacina. Sólo han permitido la entrada de Celedón y Neska Txiki. La explicación dada es que según órdenes municipales media hora más tarde se iba a producir la bajada del Celedón y Neska Txiki desde la torre de San Miguel y el saludo desde la balconada, por ello sólo podían acceder a este espacio con invitación proporcionada y repartida por la institución municipal.
Incomprensible que este día dedicado a los pequeños, que son quienes realmente viven con toda naturalidad su día, se les presente una barrera, a ellos y a aquellas familias que han elegido otra forma previa de honrar a la Patrona de Vitoria-Gasteiz, en el interior del templo y en su capilla.
La Cofradía de la Virgen Blanca y la Parroquia de San Miguel lamentan y esperan solucionar estos hechos en próximas ediciones. Deseamos a todos los peques que disfruten de su día y no se les olvide nunca que “compartir es dar lo que una parte tiene para disfrutarla conjuntamente”.
© Textos: M. Camino Urdiain. Cofradía de la Virgen Blanca.
© Fotos: Blanca Aguillo. C.U.
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