
Y LOS CIELOS SE ABRIERON.
Casi todo el día lloviendo y a las 19.00 horas cesó.
Confirmado el pronóstico del tiempo de que cesaba el riesgo de lluvia, los doce nuevos faroles luminosos, salieron en procesión portados por Cofrades, y acompañados por parte de la JUNTA DE GOBIERNO DE LA COFRADIA DE LA VIRGEN BLANCA, con su bandera y Varal del Abad, así como presididos por nuestro Obispo D. Juan Carlos Elizalde, el Hermano dominico Carlos, y Sor Carmela Hermana Dominica, a los que acompañó un grupo de fieles y cofrades muy numeroso.
Era un día especial, día 5 recordando a nuestra Virgen Blanca, mes de Octubre mes del Rosario, imagen de la Virgen del Rosario que siempre ha estado en la hornacina de nuestra Casa del Museo de los Faroles, Témporas para agradecer, y mucha alegría por ver superada la pandemia que hemos padecido, pero sin bajar la guardia con todas las medidas de seguridad que debemos seguir manteniendo.

Imagen Virgen del Rosario
La verdad es que teníamos muchas ganas de rezar el Santo Rosario por la calle. Así lo hicimos, dirigidos y animados por Sor Carmela, que además de entusiasmo y fe, tiene una voz prodigiosa. Tocaron los misterios Dolorosos, y los rezamos por el recorrido de calle Zapatería, Plaza de Santo Domingo, calle de Santo Domingo y calle Pintorería Convento de las Hermanas Dominicas, en cuya Iglesia, con aforo completo, se terminaron de orar las letanías.
A continuación comenzó la Santa Misa, presidida por el Obispo D. Juan Carlos Elizalde, acompañado, del párroco del Casco Histórico D. Juan Carlos Pinedo, así como el sacerdote Hermano Dominico Carlos, animando la celebración en todo momento las hermanas dominicas que nos acogieron.
- Juan Carlos en su homilía nos recordó que estamos en témporas, tiempo de agradecimiento, pero que debe ir acompañado también de perdón y por favor.
Nos despidió la Hermana Sor Carmela, agradeciendo la participación de todos en esta fiesta del Rosario, y a la Cofradía de la Virgen Blanca, por su iniciativa y colaboración, diciendo que como murciana, le sorprende que a la Virgen Blanca, o hoy a la imagen de la Virgen del Rosario, no le lluevan pétalos de rosas de todas las ventanas en su recorrido por las calles de la Ciudad. Pero que está segura que la devoción la llevamos todos en el corazón.
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© Imágenes: Blanca Aguillo