Los días 29 y 30 de septiembre, 140 peregrinos, cofrades de la Cofradía de la Virgen Blanca y devotos de ella, han participado en una peregrinación mariana hacia el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad con el objeto de trasladar una réplica de la Virgen Blanca en su hornacina. La primera sorpresa del día fue la presencia de D. Juan Carlos Elizalde, Obispo de la Diócesis que a las 7:15 de la mañana salió a despedir a los peregrinos y bendecir el viaje. Él no podía asistir debido a la agenda diocesana.

Llegados a Barbastro tuvimos ocasión de realizar una visita guiada a esta ciudad de Huesca ubicada en la unión de los ríos Cinca y Vero. Conocimos su historia desde los tiempos romanos, pasando por la época árabe y de la reconquista. Realizamos el recorrido por extramuros donde contemplamos el monasterio de san Francisco y ya en el interior de la ciudad la Catedral de Santa María de la Asunción, de inspiración gótica y estilo renacentista construida en 1533. Durante el recorrido fuimos conociendo datos de interés en relación a la economía, fiestas y gastronomía del lugar.

Tras la comida, nos dirigimos a Torreciudad donde se halla el santuario de Nuestra Señora de los Ángeles obra del arquitecto Helidoro Dols, magnífico edificio cuyo elemento constructivo es el ladrillo y cuyas formas recuerdan los elementos arquitectónicos de Aragón. El actual santuario fue construido en 1975 por expreso deseo de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, cerca de la ermita donde, ya en el siglo XII, se veneraba la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles. Allí como señal de devoción mariana participamos en el rezo del Santo Rosario, Exposición del Santísimo y la Eucaristía en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe. Al concluir hubo tiempo para un paseo disfrutando del maravilloso paisaje que circunda el santuario, situado en la margen izquierda del rio Cinca sobre sus aguas, de un color verde turquesa, embalsadas por la presa de El Grado.
Tras los actos de la tarde pasamos a conocer la galería de advocaciones donde se hallan depositadas más de 500 imágenes de vírgenes patronas de ciudades de todo el mundo y donde se ubicaría al día siguiente la réplica de la hornacina con la Virgen Blanca.

A la mañana siguiente, a las 9:30 h., de nuevo nos dirigimos hacia Torreciudad, donde íbamos a recibir al resto de peregrinos que desde Vitoria se desplazaban al Santuario para asistir a los actos religiosos propios de la entrega de la imagen. Durante la espera, tuvimos ocasión de ver un vídeo que cuenta la historia del centro religioso, lleno de imágenes antiguas de cómo era el lugar y paisaje previo a su construcción. A continuación, visitamos la antigua ermita y posteriormente nos dirigimos al punto denominado El Crucero, desde donde se inició una procesión con la réplica de la imagen y nos dirigimos rezando el rosario a las campas del santuario. Allí a las 12:30 recibimos al resto de peregrinos.
En la explanada dio comienzo la ceremonia principal, la entrega de la imagen. Al son de los txistus y tamboriles y con la imagen en andas, se formó la comitiva de todos los peregrinos dirigiéndose a la entrada principal del Santuario.

Ya en la iglesia, colocada la Virgen Blanca y las ofrendas al pie de la escalinata del presbiterio, frente al extraordinario retablo de alabastro de Joan Mayné, comenzaron a sonar las magníficas voces de la Coral Manuel Iradier, y se inició la Eucaristía, presidida por D. Juan Carlos Aguillo, capellán de la Cofradía de la Virgen Blanca y párroco de San Miguel, Santuario de la Virgen Blanca, acompañado de los sacerdotes D. José Ignacio Garrote, D. Angel Roitegi y D. Edijael Souza. Como ofrendas la Cofradía presentó la revista Hornacina, medio de comunicación que pretende transmitir devoción mariana, historia, arte y cultura de Vitoria y Álava; una botella de vino, fruto del trabajo y de la tierra de Rioja Alavesa; un rosario como símbolo de devoción mariana que la Cofradía impulsa desde hace 405 años, y un hermoso ramo de flores blancas, como símbolo de devoción a la Patrona.

El extraordinario órgano de 4000 tubos obra de Gabriel Blancafort en las manos del pianista Daniel Beriain, pianista y las extraordinarias voces de la Coral Manuel Iradier, llenaron el templo de la música del maestro Luis Aramburu. La liturgia, las voces, la música y la devoción a nuestra Patrona, crearon momentos de enorme emoción que con dificultad se podía contener. Al finalizar, la foto de rigor y posteriormente la comida de hermandad.

La Virgen Blanca, una vez más se ha convertido en “Virgen Peregrina“, como ya lo hiciera en 1954, fecha de su Coronación. En esta ocasión ha quedado situada junto a otros cientos de imágenes de todo el mundo en esta galería de advocaciones marianas. Este espacio no es un museo, las imágenes depositadas son fieles testimonios del amor a la Virgen y en su conjunto forman la expresión de la piedad popular y cada una de ellas ayuda a los fieles en el camino del misterio de la fe cristiana.
A todos los que nos acompañasteis y a cuantos nos habéis comunicado que en vuestro corazón quedó el sentimiento de tristeza por no haber podido acudir, GRACIAS – ESKERRIK ASKO
© Textos: C.U. Servicio de Documentación. Cofradía de la Virgen Blanca
© Imágenes: Eduardo de Nó; Camino Urdiain.











Fue un viaje estupendo,gracias a la organización y el interés de todos los peregrinos,de llevar a la Virgen a un lugar donde tantos peregrinos de distintas ciudades y nacionslidades habían acudido,dejándonos un maravilloso recuerdo.Mi agradecimiento a los organizadores de la cofradía por esta oportunidad