El punto de partida de esta noticia, arranca cuando Camino Urdiain, historiadora, documentalista de la Cofradía de la Virgen Blanca, y durante su vida profesional, responsable de los archivos de las instituciones forales, realizaba la organización del archivo de la Cofradía. Entre los numerosos documentos, localizó una carta manuscrita y autógrafa del cantero guipuzcoano Ignacio Ibero (1694- 1766) dirigida a la Cofradía en 1759, en la que comunicaba que había visto y estudiado con todo cuidado “una traza dispuesta por Dn Diego de Villanueva ,director de la Academia real para nicho de Nra. Señora de la Blanca de la ciudad de Vittoria“.
Se trataba de un informe que ese cantero guipuzcoano realizó para la Cofradía, por el módico precio de 30 reales, a la vista del diseño de Villanueva que los cofrades le habían remitido. Así lo que teníamos ante nosotros era un documento que certificaba quién había sido el autor del diseño de la hornacina que la Cofradía pretendía construir.
A partir de ese momento, este dato no podía quedarse aislado, era necesario realizar nuevas investigaciones en el propio archivo de la Cofradía y archivos locales, el de protocolos, el municipal etc. porque la historia de esta hornacina estaba por escribirse y por otra era necesario corroborar el dato inicial.
Tras dos años de consultas e investigación, la historia de la construcción de la hornacina, ha sido estructurada y paso a paso asoman nuevos protagonistas. En 1758 cuando la Cofradía decidió lograr un nuevo espacio, más digno del que hasta entonces cobijaba la imagen del s.XIV de la Virgen Blanca, realizó numerosas gestiones para que aquella obra fuera posible no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista artístico. Y precisamente en este último aspecto recibirá el apoyo de un insigne personaje vitoriano Tiburcio de Aguirre y Ayanz (1707-1767) hijo de Francisco Antonio Aguirre Salcedo, II Marqués de Montehermoso, que criado y educado en la Corte logró notables cargos, entre otros el de Capellán de las Descalzas Reales y Viceprotector de la Real Academia de San Fernando. Una carta del propio Tiburcio así nos lo confirma, ya que en ella, se compromete, a realizar cuantas gestiones fueran necesarias y se ofrece a los cofrades “en todo cuanto ffuere necesario en la construcción de la hornacina”. Y sin duda que lo hizo. Porque fue él quien solicitó a Diego de Villanueva realizara el diseño de la hornacina, aprovechando la amistad que les unía. La relación entre ambos está comprobada dado que Aguirre era capellán de las Descalzas, cuando Diego de Villanueva fue contratado para realizar la reforma interior del Convento, y así mismo existe una relación continuada entre ambos en el ejercicio de sus cargos en la Academia de Bellas Artes de San Fernando: Viceprotector, Aguirre y Teniente Director, Diego de Villanueva. Por otra parte Aguirre apoyará incondicionalmente a Villanueva en la publicación de sus escritos defendiendo las reglas a seguir en la enseñanza de la arquitectura.
Entre tanto se realizaban en Madrid las gestiones de carácter artístico, en Vitoria la Cofradía hará un llamamiento a vitorianos de toda índole para que aportaran las cantidades suficientes para lograr los casi 28.000 reales que tenían previsto iba a costar. Nuevamente en el archivo se hallan cartas manuscritas de ilustres alaveses, unos ocupantes de altos cargos de la administración y otros terratenientes en Indias, que anuncian el envío de importantes remesas de dinero para la nueva hornacina. Salvado esta importante fase, la Cofradía se pone en marcha para su ejecución. Así cuando en 1759, como ya hemos señalado, Diego de Villanueva, importante arquitecto español, (1713 – 1774) remite el diseño de la nueva hornacina, en la que a simple vista es un modelo del arte neoclásico que él defendía, la Cofradía decidió solicitar su parecer a los importantes arquitectos guipuzcoanos Ignacio y Francisco Ibero. Y no es de extrañar porque el modelo remitido por Villanueva era rompedor, sus líneas neoclásicas se enfrentaban al estilo barroco imperante. De hecho el informe de Ignacio Ibero, propone algunas modificaciones tanto en relación a su planta como a la altura de las columnas, entregando a la cofradía, una nueva traza realizada por Francisco Ibero.
Llegados a esta fase, quedaba por investigar y analizar muy a fondo otro documento importante como era el contrato de obra que suscribió la Cofradía con Francisco Echanove, cantero natural de Mañaria, al cual se había decidido contratar, para ser el ejecutor del diseño original de Villanueva y las propuestas de reforma realizada por los Ibero. También en la decisión de contratar a Echanove se hallaba implícito el hecho de que la Cofradía decidiera que el material a utilizar fuera piedra procedente de las canteras de Mañaria, de donde era natural el cantero y probada su maestría en tallar este mármol negro con vetas blancas. Definitivamente el 4 de junio de 1760 se firmó con Echanove las condiciones de la obra de la hornacina. Entre las condiciones y una de las primeras era que este cantero se comprometía a realizar obra con arreglo a “Los diseños, trazas y plantas que tiene vistas y reconocidas formadas y firmadas la una por Francisco Ibero, maestro de obras, vecino de la ciudad de San Sebastián y la otra por Don Diego de Villanueva, Director de la Real Academia de San Fernando…”. Nueva y definitiva prueba documental de la autoría del diseño original por Diego de Villanueva y el reconocimiento implícito de Echanove que no eran suyas las trazas.
La obra concluyó el mayo de 1761, y dos años más tarde, bajo la hornacina se realizó la siguiente inscripción+
A devoción de Cofrades y otros devotos me hizo / Francisco de Echanove año de 1761
Y ese nombre, ahí escrito, es el único que repetidamente se ha ido transmitiendo de generación en generación, olvidándose por completo del autor del diseño original el arquitecto Diego de Villanueva y de los arquitectos guipuzcoanos colaboradores Ignacio y Francisco Ibero. Creemos que sería bueno añadir una nueva plaquita y en justicia y por razón histórica reconocerlos.
A pesar de las múltiples consultas a archivos de todo tipo, no se ha logrado localizar el documento del diseño original de Villanueva, no obstante estamos sobre la pista de algunos archivos privados e intentaremos lograrlo.
© Textos e imágenes: Cofradía Virgen Blanca. Servicio de Documentación. 2017










