Ya en 1999, tras conversaciones mantenidas por el Abad, Ricardo Sáez de Heredia con el Gerente, Sr. Arrotia, y el Secretario de la Agencia Municipal de Renovación Urbana y Vivienda S.A., y según consta en informe de 13 de junio de 2002, obrante en el Archivo Municipal, se integró la restauración de algunas hornacinas dentro de un plan de restauración de diversos elementos “constitutivos del patrimonio histórico artístico del casco medieval”. Además de elementos tales como: El pórtico de San Pedro y diversos escudos de linajes alaveses que adornan edificios de interés histórico, se incluyeron en el proyecto la restauración de las hornacinas Virgen Blanca ( 2ª vecindad de la Calle Correría), San Antonio (2ª vecindad de la calle Cuchillería), Virgen de la Esperanza (calle de Santo Domingo), capilla de San Pedro de Osma y la hornacina de la Virgen del Buen Camino (Calle Herrería).
En las mismas fechas la Cofradía de la Virgen Blanca, se planteó liderar el proyecto global de la conservación y restauración de las hornacinas y las propias imágenes que representan a las advocaciones religiosas bajo las que se acogían las vecindades desde el medievo. En torno a la festividad del patrón o patrona de la vecindad se celebraban cada año, y en cada tramo de calle (vecindades) la fiesta correspondiente tal y como lo describe minuciosamente Ricardo Becerro de Bengoa en su obra: “El libro de Álava”. Son las vecindades una forma de organización vecinal que tenían sus representantes y se regían por reglas u ordenanzas que regulaban la vida social y administrativa de los vecinos que tenían sus casas en el casco antiguo, dividiendo el área de influencia y representación por tramos y números de las calles entre cantones (primera, segunda, tercera vecindad…).
En 1483, habiéndose observado conflicto en razón a las distintas normas por las que se regulaban cada vecindad, el Ayuntamiento acordó y redactó unas nuevas ordenanzas que regularon aspectos aplicables a todas ellas: fechas de las juntas de vecindad, elección de representantes (mayorales), obligaciones del cargo, modo de reparto de gastos, penas por ausencia o incumplimiento de obligaciones etc. Testimonios de aquella forma de organización vecinal hoy quedan en nuestros archivos los interesante libros de cuentas y actas de sus Juntas y de forma más visible las hornacinas en las que colocaban las imágenes de las advocaciones y santos bajo cuyo amparo se acogían y en cuya festividad celebraban las bulliciosas y alegres fiestas de la vecindad. Todo ello conforma la historia de Vitoria-Gasteiz, y son testimonios del patrimonio inmaterial y material de la ciudad.
La Cofradía de la Virgen Blanca desde hace años, viene trabajando activamente en la conservación de ese patrimonio material que conforman las distintas hornacinas que aún se conservan. Se promueve que éstas no desaparezcan ante cualquier intervención arquitectónica en los edificios en los que se localizan, se actúa para lograr su restauración y correcta conservación con el paso del tiempo (iluminación, pintado, medidas de seguridad, et.). Así mismo todos los años, el último domingo de julio, con ocasión de la celebración del “Día de Auroros”, miles de personas recorren las calles medievales y cantan las auroras con parada obligada en cada una de las hornacinas.

Esta labor ha dado sus frutos, porque se reconoce así el valor histórico patrimonial de nuestras costumbres y formas de vida. Por otra parte en alguna ocasión se han producido grandes sorpresas como fue el caso de la imagen de Santa Ana, que debido a su estado de conservación se retiró en 2006 y fue restaurada en 2009 por Itziar García Quintana de la empresa GEROA, advirtiendo que bajo las capas de pintura se encontraba una talla muy anterior en el tiempo, del s. XV. La Cofradía planteó la realización de una réplica, a fin de preservar la original que fue depositada en la Catedral de Santa María y se está a la espera de su colocación en la capilla de su advocación.
En el marco de este impulso de conservación y conocimiento de este patrimonio se centra el proyecto que hemos preparado sobre las visitas guiadas por el casco medieval dirigidas por Guías ARTEA, que van a tener lugar durante la Semana Santa, con el objeto de conocer la historia de las vecindades y sus hornacinas, y de las que nos hacemos eco en estas mismas páginas.
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