Se ha convertido en uno de los actos más emotivos y entrañables de cuantos organiza la Cofradía de la Virgen Blanca.
Desde hace años los centros educativos, públicos y privados, acuden a la invitación de la Cofradía para que los niños y niñas de todas las edades y nacionalidades, desde los 4 ó 5, hasta los 15 y 16 años, acudan durante el mes de mayo, a la Parroquia de San Miguel, Santuario de la Virgen Blanca donde honran a su patrona. Se va convirtiendo en uno de los actos previos a final del curso.
Este año ni el mal tiempo ha desanimado a los estudiantes en su visita. El protocolo de estas visitas consiste, en primer lugar, en darles la bienvenida ante la hornacina, momento en el se aprovecha para relatar la historia de la devoción a la Virgen Blanca. Ya en el interior, a los más mayores se les ha explicado desde el punto de vista histórico artístico el retablo de la capilla mayor obra de Gregorio Fernández que lo realizó entre 1624 y 1632.
A continuación se acude a la Capilla de la Virgen Blanca, donde este año han sido recibidos por D, Juan Carlos Aguillo, párroco y capellán de la Cofradía y según sus propias palabras “sacerdote responsable de casa-morada de la Virgen Blanca”. Dado su gran espíritu mariológico les ha transmitido cómo puede ser la comunicación con María, sencilla, como se acude a una madre. Siempre, con el deseo de imitarla como ejemplo de disponibilidad. D. Juan Carlos ha insistido en que en sus corazones deben reinar unos principios básicos como son: el deseo de hacer las cosas bien, cumplir sus obligaciones, y entre otras la del estudio, la de ser responsables en la ayuda a los demás, empezando en casa y como no en el centro escolar, donde debe primar el compañerismo y la amistad. También como Madre, es el momento de pedirle alguna cosilla, que dadas las fechas a buen seguro a la mayoría les rondaba en sus cabezas el salvar las asignaturas, pero a sabiendas que previamente debe primar el esfuerzo en el estudio.
Tras las palabras de Aguillo se les ha invitado a encender un cirio, como luz que recuerde el espíritu con el que se ha acudido a honrar a la Virgen Blanca y al rezo del Ave María como la más bella salutación a una madre.
Al final la ofrenda de flores, unas veces naturales y otras hechas con diversos materiales por los niños más pequeños. Algunos de los colegios fueron posteriormente al Museo de los Faroles donde los cofrades les proporcionaban una visita guiada.
La Cofradía de la Virgen Blanca desea agradecer en primer lugar a D. Juan Carlos Aguillo la acogida a estos miles de niños y jóvenes, y como todos los años a los centros educativos y sus profesores que participan de este acto tan emotivo y en el que tenemos puestas todas nuestras esperanzas.
Estos jóvenes serán quiénes tomen las riendas de la futura Cofradía de la Virgen Blanca, para que perdure en el tiempo, extiendan la devoción a la Patrona de Vitoria-Gasteiz y gobiernen y gestionen el inmenso patrimonio material e inmaterial que custodia y difunde. Son todos ellos el futuro de una Vitoria-Gasteiz cada vez más solidaria con los que sufren y les falta lo esencial. Ellos sabrán poner en práctica los valores de una juventud sana, ser auténticos y sinceros, reclamar libertad ejerciéndola con responsabilidad, ser tolerantes y honestos, en definitiva ser “buenas personas”.
ESKERRIK ASKO –
La Cofradía de la Virgen Blanca
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